31 de julio de 2010

Lo volvería a hacer...

Trudie Styler al ser cuestionada sobre el reencuentro de The Police (el primero después de la separación que dejó Synchronicity) afirma que todo se debió al comentario de un compañero escolar de sus hijos. Sting y Styler decidieron vivir juntos en el 82 han procreado 4 hijos, de los cuales Bridget Michael es el mayor, y quien un buen día con ojos llorosos llego a decir a su madre: "¡Mamá, en la escuela dicen que soy un bastardo!" A lo que ella respondió: "no es verdad Mickey, el bastardo es tu padre, pero eso lo voy a solucionar ya". La pareja contrajo nupcias el 20 de Agosto de 1992 y fue en dicha boda donde a la postre Andy Summers y Stewart Copeland toman los instrumentos de la banda que amenizaba el evento no dejandole otra opción a Gordon Matthew Sumner (Sting, para los amigos) que la de subir a recordar viejas glorias.


Ok, queda claro que los hijos necesitan familia, y que la célula de la sociedad como decía mi maestro de Civismo (Equus ferus caballus) es la familia, desgraciadamente en una sociedad con cáncer de piel, esas células están muriendo. Por tanto, el vivir en matrimonio no es de ninguna forma una garantía para los hijos de tener una "familia". De la misma forma que Casa no significa Hogar, hoy por hoy, Matrimonio no equipara a Familia.

Que panorama tan desolado nos queda a los padres solteros (ojo, el estado civil "divorciado" no existe, es simplemente una manera de hacer estadística en todos los formatos bancarios o escolares, ah y también una herramienta para señalar), volver a rehacer una vida de pareja depende de muchas cosas, de los tiempos, de los estilos de vida, de las comuniones culturales, de las educativas y (como en mi caso) de los hijos, de su espacio, de, su lugar. Pues no podría siquiera pensar en una pareja que no compartiera un mínimo de empatía por mis pequeños. Más compleja aún es la perspectiva cuando a los divorciados con hijos las mujeres nos ven como sujetos a omitir, pues no están dispuestas a compartir ni tiempo, ni dinero, ni esfuerzos. A las divorciadas con o sin hijos se les ve como objetos meramente sexuales, poco complicadas (en ambos casos solamente estoy generalizando). Porque, firmemente creo que existe alguien allá afuera para cada quién, hombres y mujeres inteligentes suficientemente para saber que el amor por los hijos no excluye de lugar ni disminuye el amor por nadie más, personas con la experiencia (o las ganas de aprender) a crear la verdadera célula de la sociedad: la pareja, la que comparte, responsabilidades, compromisos, derechos, caricias, cariños, cama, cuerpo, dolor, alegría y todo lo que se interponga o anexe en el camino. Creo en eso, y creo también, en mi. En que he aprendido de muchos de mis errores, y que he fortalecido mis virtudes. Sigo siendo imperfecto. Me considero buen amigo, buen compañero, leal, buen amante, intenso, acelerado, detallista, arriesgado, y sé que allá afuera hay alguien, si bien no como yo, parecida, o lo suficientemente segura de poder aceptarme así, como soy.

Si, si lo volvería a hacer, si me casaría nuevamente: por nosotros, por un compromiso real, ah y si, por ayudar a que mis hijos sepan que su padre está bien, que tiene una compañera, cómplice, novia, amante, que lo quiere lo suficiente para no dejarlo andar solo por la vida.



Desert Rose - Sting (Si lleva dedicatoria implícita)