Forma...

Hace unos minutos recordaba perfectamente el olor a la tierra mojada, y recordaba también lo mucho que me gusta mojarme bajo la lluvia. Sin embargo, mojarme bajo la lluvia solía ser otro ejercicio, no el de hoy, el de correr, entrenar, buscar la manera de retarme una y otra vez para ver que siento primero, frio, agua, cansancio, dolor, ese ejercicio no, ese mojarme bajo la lluvia es intenso pero diferente (aunque para mi lo que hoy representa es una verdadera catarsis y forma de meditación). El ejercicio del que hablo es el de caminar con alguien bajo la lluvia (aunque muchas veces ese alguien sea uno mismo) mojarse en complicidad, hablar, mirarse y seguir mojándose. Ese ejercicio, de combinar la naturaleza con la compañía, de dejarnos escurrir (literalmente) y, cuando la compañía es otra persona, darnos cuenta que al tocarnos, al rozarnos, tenemos encima las mismas gotas de agua, que nos cubre exactamente la igualdad, que tenemos algo más que compartir mas allá de obviamente la sonrisa, y la mirada estúpida de: "ya te diste cuenta que estamos ensopados?"; tenemos un episodio que compartir una historia mas que atesorar.
Y de esas cosas nuestras formas se "forman", de esas pequeños capítulos, de esas historias atesoradas. Si bien estamos determinados por aquello que nos rodea, también, lo estamos por todo lo que firmemente nos atrae, nos mueve. Nos moldeamos en función de nuestros gustos, y cuando podemos hacemos un gusto de nuestras necesidades (emocionales y físicas -de piel, vamos-). Y eso nos da forma, la forma en que miramos, la forma en que nos expresamos, la forma en que besamos, la forma en que queremos y cuidamos a nuestras personas, a quienes servimos de "formadores" emocionales, de vida,  más allá aquellos para quienes de forma invisible se forman con nosotros.

Con ganas de escribir

Y si, ando con la emoción de sentir necesidad de escribir. Tópicos recientes:

• Qué bonito es lo bonito
• Esa mirada, esa sonrisa
• Qué ganas tengo de no tener ganas de lo que tantas ganas tengo ( y asi)
• El gol de taquito del Chicharito ante Guatemala
• Tipo de Cambio Interbancario siendo las 9:48am 11.80 compra 11.81

Dadas las circunstancias, la privacidad, el secreto y el cúmulo de correos electrónicos recibidos, les contare de lo maravillosa que me pareció Kung Fu Panda 2, si, hablo en serio:

Desde la primer aparición en las marquesinas de Jack Black en botarga digital de Oso Panda, me llamó poderosamente la atención el hecho de que el padre de Po (el panda) Mr. Ping fuera un ganso, y como si hubiese pedido una explicación a ese hecho, en la secuela se aclara esta relación. Mr ping cuida de Po desde que es un bebe, al ser "abandonado" por su madre fuera de el Restaurante del cual es propietario, y se asume en el papel de procurador y protector de Po. Después de toda la epopeya que se vive en en la cinta, Po regresa a casa para comunicarle a Mr Ping que finalmente sabe quién es él, el ganso le pregunta: "y quién eres" a lo que Po contesta: "soy tu hijo".

Yo crecí con un "medio hermano" (siento horrible escribir esas palabras), y jamás pude entender ni en mi infancia ni en mi juventud cual era la mitad que representaba mi hermandad, y ademas, jamás me importo. Crecimos juntos en un equipo de 4, siendo en un principio 3 que recibieron al 4to y años mas tarde dolorosamente 3 que despidieron a un 4to prematuramente. Esas cosas te acercan, te marcan, te hacen fuerte y ahí es en dónde mi concepto de hermandad se cristalizo. Más allá de ese episodio (tema de toda una helegia), la determinación de mi madre de hacer familia con un señor que ama por encima de todas las cosas, por encima de sus errores, por encima de su "equipaje", es lo que nos regaló esta hermandad de hoy, este nudo gordiano que nadie rompe -ni romperá- (si ya vencimos la muerte, pásenle para acá quien lo dude). Esos huevos, de hacer suyo a un hijo de "alguien mas" por el puritito amor. 

Recuerdo que en la boda de mi hermano, alguien se acercó a recriminarle: "que mal hijo eres, no invitaste a tu madre", el volteo, y le dirigió una sonrisa al tiempo que señalaba a la creadora de mis días diciendo: "cómo no? ¡mi madre ahí está!"  Equiparo este momento al aquel en cual ese Panda tragón reconoce en el ganso todos los sacrificios y momentos vividos. Son situaciones completamente extremas (lo sé) y quizá no fuese conveniente equipararlo, pero, así lo viví, y esta vida equiparada o no, solo es la que nos hace sentir.

 

Hoy...

Tenias apenas unos 38 cm, y me daba miedo cargarte, así lo recuerdan tus abuelos y tu madre. Y vencí mi miedo con la promesa de renovarlo cada mañana ahí donde solo yo existo, en las madrugadas donde nadie se entera de nuestro despertar, donde cada uno de nosotros abre sus ojos a la vida y a la lucha constante por lograr lo mejor. Si, ahí renuevo mis miedos, un día a la vez. Por que una labor titánica enfrentar la vida con la tarea de darles el mejor escenario posible, y es en ese escenario donde encuentro yo mi realización, no hay mejor "Misión" #ElQueEntendioEntendio
Y tu, llegaste con fondo musical como nadie a los pocos minutos de escucharte llorar (que alivio fue eso), en aquella pequeña sala de descanso al lado del quirófano se escuchaba "En que momento" de Moenia. Y desde entonces la vida entre nosotros ha sido musical.
Con estas palabras solo quiero hablar de ustedes por que ser Padre se me ha dado mas como oportunidad que como tarea, y de la cual tomo la motivación para salir todos los días a romperme en los pedazos que sean necesarios, y de donde saco las sonrisas y con lo que curo mis heridas.

Emilio, Max, gracias por la maravillosa oportunidad de coincidir. Hoy para el mundo es el Día del Padre, ustedes saben que esos días, para nosotros son: cualquier día.

Breath-U2

Do or do not, there is no try

De las escenas de película que marcaron mi vida y mi manera de pensar, y como si fuera manual, cada vez que es necesario regreso a releerlo, a ver que parte se ha olvidado, a buscar la enseñanza que se olvida o que se ha hecho obvia. No hay mucho que decir al respecto, la escena por si sola habla. Y enfrenta a una realidad que a pesar de ser nuestra constante compañía, desdeñamos, pensando en tamaños, en imposibles en el NO en lugar del SI, en tropezar nuevamente y dejamos de lado la hermosa garantía de nuestras capacidades y alcances.

Hoy fue muy sano terminar mi día con esta escena, que a manera de cachetada con guante blanco, me regreso la tranquilidad y la confianza en mi mismo.