9 de febrero de 2016

Cabeza llena de ideas

Cuando existen situaciones de estrés (stress en Inglés) , de presión, uno genera una mayor actividad cerebral buscando soluciones que liberen esa tensión. Es más común encontrar respuestas rápidas casi inmediatas en una persona bajo estrés que en alguien relajado. Hoy me encuentro en estado de estrés por algunas situaciones. no es de ninguna manera una justificación para no dedicar un tiempo al desarrollo de las ideas y las emociones; hoy recaí en esto al encontrar un texto anónimo el cual me tomo la libertad de editar y compartir.

¿Por qué se muere el amor?

No es el olvido ni las distancia lo que mata el amor... (es una situación presente, quién quiere estár, lo hace a pesar de la distancia)
Tampoco terceras personas, de hecho, son decisiones propias.
Es el miedo...a sentirse solo, a no explorar, a no arriesgar (al final queremos alguien que pelee por nosotros, ¿por qué no lo hacemos también por esa persona?)
Es el no conocerse...y no saber que te llena y emociona, por ende creer que ya nada puede hacerlo. Es creer que nuestros limites han sido alcanzados , que la vida y las emociones no pueden sorprendernos ya.
Es el ego...de buscar más de lo que se tiene.
Es la falta de autoestima ...que se disfrazan de celos.
Es la falta de respeto por uno y por el otro.
Es la necedad de querer imponer una razón, a un acuerdo, a un corazón de dos.
Es la postergación... de una flor, una caricia, una palabra... cualquier detalle.

Es el orgullo, que es la peor de las distancias, el que guarda palabras, el que esconde perdones, finge enojos y enloda promesas.

Muchas veces, no es lo que hacemos hoy lo que mata al amor, es lo que hemos dejado de hacer por mucho tiempo.

Es imposible no caer en pequeñas (o grandes) coincidencias... sin embargo, la mayor necedad sería no poner la intención junto con el corazón, querer y queriendo poder.

Texto de martes 09/2016